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Doctor, sufro de hernia discal. ¿Tengo que dejar de hacer 'running'?

09 de marzo de 2017

El 'running' está considerado como una actividad que supone impactos repetidos sobre la zona lumbar durante un tiempo prolongado y los pacientes que tienen de base algún problema a dicho nivel pueden encontrarse con dolor a nivel lumbar o incluso ciático. Sin embargo, y aunque correr no es un deporte indicado para estas personas, no está claro que el 'running' ocasione patología discal 'per se' –de hecho, es frecuente encontrar lesiones discales en personas que no realizan carrera habitual–.

La hernia discal se produce por una lesión en el disco intervertebral y puede ocasionar dos síntomas principales. En primer lugar, el lumbago, que se define como un dolor en la zona baja de la espalda que no se irradia a glúteos ni a miembros inferiores. Suele tener un comportamiento benigno y recomendamos como mejor tratamiento los autocuidados, que incluyen suspender la carrera durante una semana para después comenzar con estiramientos, terapia de frío/calor y analgésicos/anti-inflamatorios. El tratamiento con fisioterapia será muy beneficioso.

El otro síntoma que puede ocasionar la hernia discal es la ciática, que se define por el dolor que se irradia desde la zona lumbar hasta el glúteo y cara posterior de la pierna. El tratamiento, a pesar de la intensidad y lo que nos pueda asustar, también pasa por un tratamiento conservador. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las hernias discales mejoran con tratamiento conservador y, más aún, si nuestra idea es volver a practicar 'running'. Por tanto, nuevamente se debe guardar reposo deportivo durante unos días, y proceder a un tratamiento con analgésicos/anti-inflamatorios que pueden ser los de uso cotidiano –como ibuprofeno o dexketoprofeno– o corticoides inyectados.

Si con ello tampoco conseguimos la mejoría, necesitaremos un especialista en la materia para que nos recomiende los siguientes pasos a seguir. En casos concretos se le recomendará el tratamiento en la Unidad de Dolor para bloqueos anestésicos a nivel radicular/epidural. Siempre que haya mejoría podrá volver al entrenamiento, pero insistiremos en la recomendación del entrenamiento cruzado con alguna otra actividad deportiva sin impacto como natación, bicicleta, adecuación física, etc.

Si falla el tratamiento conservador –insisto, son los menos frecuentes–, recurriremos a la cirugía, siendo la microdiscectomía la menos invasiva y más recomendada en los 'runners' más refractarios. Con esta técnica se elimina la hernia discal y la compresión del nervio con una mínima incisión y mínima agresión al disco y siempre con la idea de volver a calzarse las zapatillas en el menor tiempo posible: de 6 a 8 semanas después de la cirugía.

Nuestro objetivo como médicos siempre va encaminado a la prevención: no llegar a tener problemas de espalda con entrenamientos adecuados a nuestra edad, peso y condición física en cuanto a distancia y sesiones semanales de carrera. Nuestra cabeza no siempre nos dicta los límites propios –sobre todo en el 'running'– pero nuestro cuerpo seguramente sí lo haga.

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